FASE I: DIAGNÓSTICO
LECTURA Y ANÁLISIS DE LA REALIDAD
El grupo está compuesto por veintitrés estudiantes, del cual hay once niñas y doce niños. Su edad promedio está entre los nueve y los doce años. Para este año nos acompañan cuatro niñas y un niño nuevo para un total de cinco estudiantes nuevos. Tres estudiantes pertenecen al grupo de inclusión.
Los estudiantes se encuentran en el segundo septenio, según la pedagogía Waldorf, comprendido entre los 7 años y los 14 años de edad, en esta etapa el cuerpo etéreo comienza a vivir su vida propia en imágenes y representaciones. Es por ello, que se apunta al futuro de la individualidad, al despertar del interés, al fortalecimiento de la autoridad que la imparte y al desarrollo de la confianza básica del niño todo ello comprendido desde una autoridad amada. El niño de 7 a 14 años puede apreciar esa vida anímica, esa sensibilidad partiendo de la región media del cuerpo, y no solo de la cabeza. El segundo septenio produce el desarrollo y la reformulación de las tendencias adquiridas.
Grado quinto está conformado por estudiantes con grandes capacidades intelectuales en exploración de sus habilidades y sentimientos, el niño ya no imita, desarrolla y descubre a partir de la experiencia significativa que da el día a día. Es por ello que el niño de esta edad es un poeta.
Su cambio físico es notorio. Según Jean Piaget los estudiantes de grado quinto se encuentran en el pensamiento de las Operaciones Concretas, cuando el niño puede simbolizar operaciones (es decir, puede realizar una imagen mental concreta) sin tenerlo que hacer físicamente. El niño ha desarrollado imágenes realistas internas del mundo que le rodea, de modo que a los 7-8 años de edad un modo concreto de representación visual se ha convertido en la forma predominante de pensar y recordar la experiencia, junto a representaciones kinestésicas y auditivas. Ahora aprende a clasificar y relacionar, y medir distancias y cantidades, por lo tanto realiza un pensamiento constructivo. El contacto con el medio ambiente se mantiene durante esas operaciones mentales, ya que mediante una inversión es posible volver a la forma percibida –un niño va a construir y derribar las construcciones del Lego–. Las operaciones concretas son la base sobre la cual se pueden construir operaciones intelectuales más abstractas. Los niños pequeños y aquellos limitados a las operaciones concretas tienden a centrar la atención en sólo uno de los aspectos más destacados de un objeto, situación o problema a la vez, excluyendo otros aspectos potencialmente relevantes. Piaget le llamó a esta tendencia "centración".
Sin embargo, muy pronto, el mundo del niño se amplía aún más, hasta que incluye información que no es fácil de representar mediante imágenes. (Trate de imaginar un concepto como "libertad" o "equidad"). Cuando esto sucede, el niño se vuelve más propenso a utilizar la representación simbólica, incluyendo el habla interna, usando palabras como símbolos formalizados que "representan" conceptos. Este es el comienzo de la etapa conceptual auditiva digital de desarrollo. En este punto las decisiones propias de los niños y las intenciones pueden ser expresadas como un diálogo interno, mientras que antes eran intenciones "sentidas". Este es el comienzo de la capacidad conceptual cognitiva, que se desarrolla por medio de una educación eficaz.
En esta fase es muy importante enfocar a los estudiantes en la comprensión de lo artístico, kinestésico y la expresión verbal.
Se evidencia que es un grupo muy unido, en general los niños y las niñas se la llevan muy bien, generan juegos en donde los dos géneros puedan participar.
Los niños sientes gran atracción por el fútbol, mientras las niñas les gusta más el movimiento, en descanso se les ve jugar en las barras, bailar y saltar.
Dentro de las características cognitivas del grupo, es posible evidenciar que la receptividad, la creatividad y el interés por aprender cada día más son componentes que están presentes en todos los niños del curso, aunque prevalece mayor interés por efectuar las actividades que implican un hacer vinculado a un sentir que permita llegar a un pensar estructurado y organizado.
Se percibe que en grado quinto hay niños que les cuesta concentrarse con facilidad, es necesario fortalecer la actitud de escucha, permitiendo también aquietar el cuerpo. Son niños sensibles y les gusta participar de todas las actividades que les propone el colegio.
El grupo está compuesto por veintitrés estudiantes, del cual hay once niñas y doce niños. Su edad promedio está entre los nueve y los doce años. Para este año nos acompañan cuatro niñas y un niño nuevo para un total de cinco estudiantes nuevos. Tres estudiantes pertenecen al grupo de inclusión.
Los estudiantes se encuentran en el segundo septenio, según la pedagogía Waldorf, comprendido entre los 7 años y los 14 años de edad, en esta etapa el cuerpo etéreo comienza a vivir su vida propia en imágenes y representaciones. Es por ello, que se apunta al futuro de la individualidad, al despertar del interés, al fortalecimiento de la autoridad que la imparte y al desarrollo de la confianza básica del niño todo ello comprendido desde una autoridad amada. El niño de 7 a 14 años puede apreciar esa vida anímica, esa sensibilidad partiendo de la región media del cuerpo, y no solo de la cabeza. El segundo septenio produce el desarrollo y la reformulación de las tendencias adquiridas.
Grado quinto está conformado por estudiantes con grandes capacidades intelectuales en exploración de sus habilidades y sentimientos, el niño ya no imita, desarrolla y descubre a partir de la experiencia significativa que da el día a día. Es por ello que el niño de esta edad es un poeta.
Su cambio físico es notorio. Según Jean Piaget los estudiantes de grado quinto se encuentran en el pensamiento de las Operaciones Concretas, cuando el niño puede simbolizar operaciones (es decir, puede realizar una imagen mental concreta) sin tenerlo que hacer físicamente. El niño ha desarrollado imágenes realistas internas del mundo que le rodea, de modo que a los 7-8 años de edad un modo concreto de representación visual se ha convertido en la forma predominante de pensar y recordar la experiencia, junto a representaciones kinestésicas y auditivas. Ahora aprende a clasificar y relacionar, y medir distancias y cantidades, por lo tanto realiza un pensamiento constructivo. El contacto con el medio ambiente se mantiene durante esas operaciones mentales, ya que mediante una inversión es posible volver a la forma percibida –un niño va a construir y derribar las construcciones del Lego–. Las operaciones concretas son la base sobre la cual se pueden construir operaciones intelectuales más abstractas. Los niños pequeños y aquellos limitados a las operaciones concretas tienden a centrar la atención en sólo uno de los aspectos más destacados de un objeto, situación o problema a la vez, excluyendo otros aspectos potencialmente relevantes. Piaget le llamó a esta tendencia "centración".
Sin embargo, muy pronto, el mundo del niño se amplía aún más, hasta que incluye información que no es fácil de representar mediante imágenes. (Trate de imaginar un concepto como "libertad" o "equidad"). Cuando esto sucede, el niño se vuelve más propenso a utilizar la representación simbólica, incluyendo el habla interna, usando palabras como símbolos formalizados que "representan" conceptos. Este es el comienzo de la etapa conceptual auditiva digital de desarrollo. En este punto las decisiones propias de los niños y las intenciones pueden ser expresadas como un diálogo interno, mientras que antes eran intenciones "sentidas". Este es el comienzo de la capacidad conceptual cognitiva, que se desarrolla por medio de una educación eficaz.
En esta fase es muy importante enfocar a los estudiantes en la comprensión de lo artístico, kinestésico y la expresión verbal.
Se evidencia que es un grupo muy unido, en general los niños y las niñas se la llevan muy bien, generan juegos en donde los dos géneros puedan participar.
Los niños sientes gran atracción por el fútbol, mientras las niñas les gusta más el movimiento, en descanso se les ve jugar en las barras, bailar y saltar.
Dentro de las características cognitivas del grupo, es posible evidenciar que la receptividad, la creatividad y el interés por aprender cada día más son componentes que están presentes en todos los niños del curso, aunque prevalece mayor interés por efectuar las actividades que implican un hacer vinculado a un sentir que permita llegar a un pensar estructurado y organizado.
Se percibe que en grado quinto hay niños que les cuesta concentrarse con facilidad, es necesario fortalecer la actitud de escucha, permitiendo también aquietar el cuerpo. Son niños sensibles y les gusta participar de todas las actividades que les propone el colegio.
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